Fisioterapia

Si alguna vez ha tenido dolor lumbar (dolor lumbar), no está solo. Más del 80% de los canadienses han experimentado dolor de espalda en algún momento de su vida. 1 Aproximadamente el 62% de los habitantes de Alberta han tenido un episodio de dolor de espalda en el último año y más de las tres cuartas partes tendrán una recurrencia del dolor lumbar en el futuro. Cerca del 40% de estas personas habrán visitado a un proveedor de atención médica por su dolor de espalda. 

La buena noticia es que la mayoría de los episodios de dolor de espalda se resuelven en unos pocos días o semanas sin la intervención de un profesional de la salud3 y menos del 2% del dolor lumbar está relacionado con afecciones graves de la columna que requieren más intervenciones médicas o quirúrgicas.

Aunque hay muchas causas de dolor lumbar, el diagnóstico más común es el dolor lumbar inespecífico. Aproximadamente el 90% de los casos de dolor lumbar se incluyen en esta categoría. 2 Esto significa que, aunque experimente dolor en la espalda, no existe una patología o un proceso patológico único, claramente identificable, al que se pueda culpar por su dolor. 4 Hay varios factores que pueden contribuir al dolor de espalda. Algunos de estos incluyen: 5

• Trabajar en posturas torpes o torcidas
• Sentado prolongado
• Levantamiento inadecuado o pesado
• Músculos débiles de la espalda y el core
• Estilo de vida sedentario
• Tener sobrepeso     

A menudo, los primeros síntomas del dolor lumbar son un dolor leve y / o rigidez en la espalda después de la actividad o después de estar sentado por un período de tiempo. Estos síntomas pueden aliviarse cambiando la actividad, tomando un descanso o moviéndose y "relajándose" o haciendo algo de ejercicio ligero. En el pasado, el reposo en cama era una sugerencia común para tratar el dolor lumbar. Sin embargo, la evidencia actual indica que el mejor tratamiento es el movimiento o la actividad temprana, simple y suave. 6   Caminar, modificar su postura o actividades y moverse son los mejores tratamientos para usted en esta etapa. El uso de calor (compresas calientes, duchas calientes) también puede proporcionar un alivio temporal de la rigidez y hacer que moverse sea más cómodo. 

Siguiendo estos conceptos básicos de atención, la mayoría de los dolores lumbares se resuelven por sí solos. Por lo general, no es necesario consultar a un profesional de la salud.

Cuando buscar ayuda de un fisioterapeuta

Si el dolor persiste a pesar de sus mejores esfuerzos por seguir moviéndose, limita su capacidad para hacer las cosas que necesita hacer y no mejora con una actividad suave, es posible que necesite más ayuda. Este es un buen momento para pedirle consejo a un fisioterapeuta sobre cómo controlar sus síntomas y hacer ejercicios para ayudar a prevenir futuros episodios de dolor de espalda.

La fisioterapia es la opción ideal para el manejo y tratamiento del dolor lumbar. Los fisioterapeutas están altamente capacitados para examinar y tratar a personas con dolor de espalda. No necesita la remisión de un médico para ver a su fisioterapeuta para que pueda ser su primera parada cuando necesite ayuda. Su fisioterapeuta puede ayudarlo a determinar la mejor manera de ponerlo en movimiento y en el camino hacia la recuperación. También pueden ayudarlo a recuperar el control sobre su lesión o dolor para permitirle regresar a sus actividades habituales.

Su fisioterapeuta:

• Evalúe su condición, haga preguntas, observe cómo se mueve y se inclina y examine su espalda.
• Detectar las causas graves de dolor de espalda que requieran una mayor investigación o seguimiento médico.
• Desarrolle un plan de tratamiento personalizado para ayudarlo a manejar su problema.
• Brinde orientación sobre qué ejercicios o estiramientos ayudarán a aliviar su dolor y disminuir el riesgo de episodios futuros.
• Brinde un tratamiento específico (por ejemplo, terapia manual, modalidades, acupuntura, calor, frío) para reducir el dolor, restaurar la movilidad y fortalecer su núcleo.
• Enseñarle qué está causando su dolor, formas de controlar sus síntomas y estrategias para prevenir o minimizar una recurrencia.

¿Necesito una radiografía?

Su fisioterapeuta le hará preguntas sobre cuándo, dónde y cómo comenzó su dolor, qué movimientos lo empeoran y qué posiciones lo hacen sentir mejor. A partir de esta anamnesis y un examen físico completo, su fisioterapeuta podrá descartar causas potencialmente graves de su dolor de espalda y recomendar el plan de tratamiento adecuado. Sin embargo, si su fisioterapeuta o médico sospecha algo más grave, es posible que estén indicadas pruebas de diagnóstico y se hará una derivación adecuada.

Cuando no hay signos de problemas graves, las radiografías para el dolor de espalda generalmente no son útiles para su tratamiento. Es muy común que las radiografías u otras imágenes de diagnóstico muestren hallazgos incidentales, como cambios óseos. Si bien eso puede parecer preocupante o como una posible causa de su dolor de espalda, es importante saber que los mismos tipos de cambios se encuentran a menudo en personas sin dolor de espalda y generalmente no son la causa del dolor. 

¿Qué puedo hacer si tengo dolor de espalda?

1. Sigue moviendote. Esto le ayudará cuando inicialmente tenga dolor de espalda, pero también es importante para prevenir recurrencias de su dolor en el futuro. Cualquier cantidad de movimiento ayudará, pero se recomiendan 30 minutos de ejercicios suaves para mantener un cuerpo sano. 
2. Si permanece sentado durante mucho tiempo, levántese y muévase varias veces al día.  
3. Sea consciente de su postura en el trabajo, el descanso o cuando se relaja en casa. Mantener una postura buena y neutral ayudará a aliviar el dolor, reducirá la posibilidad de agravar los síntomas y evitará episodios futuros.
4. Eche un vistazo a su lugar de trabajo para ver si puede ajustar su estación de trabajo, sus prácticas laborales o la cantidad de tiempo que pasa en una posición.
5. Consulte a un fisioterapeuta para obtener un programa de ejercicios personalizado y otro tratamiento que lo ayude a abordar sus síntomas actuales y a aprender cómo prevenir o controlar futuros episodios de dolor lumbar.